Por qué nos cuesta tanto abrirnos o simplemente aceptar las emociones que estamos sintiendo.
Una de las cosas que más me llama la atención en las sesiones es como las personas encuentran dificultad para verbalizar lo que sienten, y en gran medida esto sucede porque nunca antes se han parado a pensar qué es lo que estaban sintiendo.
Hay una tendencia al pensamiento dicotómico, que sólo evalúa placer o dolor, «esto me gusta», «esto no me gusta». Cuando estas triste, frustrado, bloqueado, ansioso, apático, no te gusta y buscas que desaparezca rápido para dejar paso nuevamente a la alegría, la diversión, el placer que «si te gusta». Sin embargo, cuanto más fuerte es la pulsión hacía la salida rápida, a lo que te gusta, más difícil se vuelve el camino porque tu cuerpo no colabora contigo.
Tu cuerpo y tu mente te están haciendo una llamada de atención para que los escuches, para que les prestes atención y para que evalúes procesos internos. ¿Por qué estoy triste?, ¿por qué tengo frustración?.
Este tipo de cuestionamiento es parte del proceso y del acompañamiento que se hace en la terapia floral. No va a ser un camino de rosas. Puede que no sea tan rápido como te gustaría, pero es parte del proceso. De tu propio proceso interno. Las flores de Bach buscan ayudarte en este autoconocimiento, a familiarizarte con tus emociones y a aceptarlas. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀